lunes, 31 de agosto de 2009

Japan - Gentleman Takes Polaroids (1980)

Es complejo determinar con exactitud los alcances del movimiento New Romantic; no solo porque fue efímero, también porque sus márgenes fueron imprecisos. Mientras que algunos de sus supuestos integrantes siempre renegaron de su pertenencia, otros fueron incluidos en sus filas -pienso en Adam and the Ants, quienes no tenían ningún vínculo musical con esta tendencia- solo para disfrutar de los beneficios de una cobertura mediática que a principios de los ochenta fue muy importante. Lo cierto es que, más allá de la movida del Blitz, hubo una gran cantidad de grupos que adquirieron rasgos musicales y estéticos de los Nuevos Románticos. De todas ellos, Japan fue el más fascinante.

Japan se formó en 1974 en el sur de Londres. Sus integrantes fueron David Sylvian, Steve Jansen -hermanos, cuyo apellido real es Batt-, Mick Karn, Richard Barbieri y Rob Dean. Debutaron discográficamente con "Adolescent Sex" (1978), y a los pocos meses editaron "Obscure Alternatives", su segundo disco. Ambas placas resultaron ser desconcertantes ejercicios de glam tardío y fueron ignoradas por un público que, luego del advenimiento del punk, estaba ávido de novedades. La distancia que hay entre estos trabajos y su obra posterior es asombrosa y para comprenderla es indispensable escuchar "Life In Tokyo", el simple que grabaron junto a Giorgio Moroder en 1979, ya que fue el preludio de una metamorfosis que se concretó en su tercer álbum, "Quiet Life", también publicado durante ese año. A partir de ese momento Roxy Music pasó a ser el paradigma, los teclados adquirieron un papel protagónico y los simples fueron pensados para sonar en las discotecas. Tal vez aggiornaron su sonido para estar en sintonía con los New Romantics, o quizás llegaron a un punto en donde confluyeron las influencias que tenían en común con estos: el synthpop, la música disco europea y, fundamentalmente, la admiración por David Bowie y Bryan Ferry. A esta altura, no es demasiado relevante ahondar en los motivos que determinaron el cambio, lo concreto es que Japan se convirtió en uno de los referentes de la escena que concitaba la atención de todos los medios del Reino Unido.

"Gentlemen Take Polaroids" (1980) confirmó todas las expectativas que se habían generado con "Quiet Life". Al igual que en este disco, fue fundamental la producción de John Punter (Roxy Music). El álbum comienza con la canción homónima, que sería determinante -junto a "Quiet Life"- para el sonido de los primeros Duran Duran. Continúa con otra canción pop, "Swing", en donde el extravagante bajista Mick Karn lleva adelante una melodía que finalmente encuentra su resolución cuando Sylvian nos dice "relax and swing". Con "Burning Bridges" cambia el tono: es un experimento que tiene puntos de contacto con la oscuridad de Conrad Schnitzler y con algunos momentos de los Human League más radicales. La calma retorna con "My New Career". Podemos entender esta canción como una respuesta al track anterior, y de esa manera completar una metáfora sobre la transformación que vivía Japan; aunque también podemos interpretarla como el despertar tras una pesadilla. El lado B del álbum comienza con una canción repleta de referencias líricas a Roxy, la hipnótica "Methods Of Dance". A esta le sigue "Ain't That Peculiar", el segundo cover de Smokey Robinson que hizo Japan -el primero fue de "I Second That Emotion" y se lanzó como simple durante 1980, pero por su anterior sello editor, Hansa-Ariola- y, a pesar de su intención de adaptar la genialidad de Smokey a un contexto alternativo, fue un paso en falso.
"Nightporter" es una balada bella e inquietante, que remite al "Gymnopédie Nº1" de Erik Satie (1866-1925). "Taking Islands In Africa", co-escrita junto a Sakamoto, finaliza el álbum anticipando una sociedad que un par de años después brillaría con "Bamboo Music", "Bamboo House" y "Forbidden Colours". Poco es lo que tengo para decir de los bonus tracks, salvo que son piezas ambientales menores. Visto en perspectiva, "Gentlemen Take Polaroids" fue un triunfo artístico. Sofisticado, complejo, poético... tan deslumbrante que veintinueve años después de su edición conserva todo su esplendor.

En 1981 Japan publicó "Tin Drum", otra obra maestra en donde se materializaron muchas de las referencias a la música oriental que estaban implícitas en los anteriores trabajos del grupo, pero eso será tema de otro post.

Track list:
01. Gentlemen Take Polaroids
02. Swing
03. Burning Bridges
04. My New Career
05. Methods Of Dance
06. Ain't That Peculiar
07. Nightporter
08. Taking Islands In Africa
Bonus
09. The Experience Of Swimming
10. The Width Of A Room
11. Taking Islands In Africa (Steve Nye Remix)

martes, 12 de mayo de 2009

Metrópoli - Viaje Al Más Acá (1986)

"Viaje Al Más Acá" es un disco que trascendió la indiferencia, los formatos y el paso del tiempo, siempre desde un modesto segundo plano. Durante los años ochenta ocupó un lugar de culto gracias al boca a boca de los oyentes más sensibles, mientras que ahora se difunde por intermedio de blogs y redes p2p, ya que por motivos contractuales no cuenta con una edición física.

Metrópoli debutó en 1985 con “Cemento de Contacto”, álbum que contó con el beneplácito de la prensa que predijo un futuro promisorio para la banda. Además, tuvo un hit de mediano suceso -“Contractura”- sonando en las radios. Su segundo disco, "Viaje Al Más Acá", fue editado en 1986 y dio un giro radical al sonido que todos esperaban de ellos. Seguimos hablando de pop, por supuesto, pero de una delicadeza extrema. Comerciálmente, va hacia ninguna parte desde el vamos: “Héroes Anónimos”, el corte de difusión, se sostuvo en la memoria popular por su grandeza aunque adolece de los elementos que, teóricamente, tendría que tener para transformarse en un hit. Canciones como "Los ojos de Nancy" o "Tormenta en La Bristol" se encuentran tan distantes de la frivolidad de su debut, como, por ejemplo, de la paranoia dark de Fricción, tan en boga por esos tiempos. "Viaje Al Más Acá" elude todos los clichés del “rock nacional” de los ochenta y solo puede compararse, aunque tangencialmente, con la lírica de Luis Alberto Spinetta. Fue concebido -conscientemente o no- con la necesidad de comunicar sentimientos, antes que para tocar en Obras, hacer giras por Latinoamérica y ganar discos de platino. Desconozco cuál era la dinámica de banda, pero estimo que Isabel de Sebastián fue la gran responsable del concepto de este álbum. Su exuberante voz -nadie volvió a cantar tan bien como ella en este país- nos cuenta historias de sirenas envenenadas, de luces y de sombras, de gente que modifica su apariencia pero nunca va a poder esconder sus ojos, de la necesidad de encontrar la luz del amor y no la de una hipotética vida eterna, pero también lo hacen sobre Nancy Reagan y el peligro de una guerra nuclear, tópicos que hoy parecen demodé. Es triste comprobar como los nombres propios cambiaron con el paso de los años, pero las amenazas que nos acechan son igual de peligrosas... Ulises Butrón (guitarra, teclados y composición) con su sobriedad y buen gusto, fue el acompañante ideal para que Isabel deslumbre, mientras que Eduardo Nogueira (guitarra), Marcelo Fink (bajo) y Javier Miranda (batería) completaron la formación del grupo.

“Viaje Al Más Acá” no solo es un disco, es un momento de poesía tan intenso que trascendió la indiferencia, los formatos y el paso del tiempo.

Track list:
01-Héroes anónimos
02-Paisaje submarino
03-Aunque no puedas esconder tus ojos
04-Los ojos de Nancy
05-No me prometas cielos
06-Amor nuclear
07-Tormenta en La Bristol
08-Viaje al más acá